EVALUACIÓN (ASSESSMENT) Y SELECCIÓN POR COMPETENCIAS: Comparando los perfiles



¿Dos empleados o candidatos en un proceso selectivo, con la misma experiencia, aportan lo mismo?

¿Qué diferencia a un empleado de otro?


La respuesta a la primera pregunta es negativa, y para responder entonces a la segunda diremos que habría que buscar en sus habilidades y actitudes que han ido aprendiendo y desarrollando. Eso es lo que les diferenciará. Vamos a verlo.

ACLARACIÓN

Pero antes de comenzar hay que ser honestos y decir que aunque acabamos de darnos cuenta de que la experiencia no es lo que únicamente determina la diferencia entre dos candidatos o empleados similares, normalmente tendemos (la población en general y los responsables de recursos humanos) a valorar con mayor peso La Experiencia que otro tipo de información igual de significativa como lo son: las Habilidades y las Actitudes. Por eso si en dos candidatos con igual experiencia, las habilidades y las actitudes que posean son fundamentales para poder “desempatar” entre uno y otro, también entre dos candidatos en el que uno posea 10 años de experiencia y el otro 5, también lo deben ser. La experiencia es un factor muy importante, por supuesto, pero también lo son las Habilidades y Actitudes que posea la persona. Dicho esto, vamos a continuar.

LA SELECCIÓN TRADICIONAL SE FIJA EN LA EXPERIENCIA; LA SELECCIÓN POR COMPETENCIAS SE FIJA ADEMÁS EN: LAS HABILIDADES Y LAS ACTITUDES.

Imaginemos que nos encontramos en un proceso selectivo o en una evaluación de personal y tenemos delante de nosotros a dos personas con 10 años de experiencia en las mismas funciones. Si siguiéramos las premisa de la Selección Tradicional, ambos candidatos son igual de adecuados, pero eso no tiene por qué ser así. En la Selección o Evaluación por Competencias nos fijaríamos en otros dos Elementos: las Habilidades y Actitudes.

Es muy sencillo dcir que con 10 años de experiencia sólo basta para ocupar un puesto de trabajo. Son necesarios otros dos elementos: las Habilidades y las Actitudes.

¿Y PORQUÉ SON TAN IMPORTANTES ESTOS DOS ELEMENTOS?

Porque la experiencia  no es un factor aislado, va unido a un todo. Me explico:
Un candidato puede tener 10 años de experiencia, pero su función era realizar su trabajo sin más: no tiene necesidad de reunirse con sus compañeros para darse feedback, trabaja de forma autónoma, si ocurre un fallo en el proceso da parte y otro es el que se lo arregla, o incluso se escaquea de realizar todas sus funciones y tiene hasta arte para delegarlas en otros compañeros más activos…
En cambio el otro candidato con la misma experiencia sí que tiene que reunirse, colabora con sus compañeros, sabe trabajar en equipo, toma iniciativas para cambiar y mejorar los procesos, es atento con las normas, se preocupa por cumplir su función y aprender nuevas tareas, no se escaquea de sus responsabilidades…
Por tanto aunque los dos aporten la misma experiencia se diferencian en las habilidades que han tenido que desarrollar para realizar sus tareas (comunicativas, orden, liderazgo) y en las actitudes (la predisposición hacia su puesto de trabajo, su motivación). Cada uno ha vivido en un ambiente diferente y eso es lo que les puede enriquecer o empobrecer sus Habilidades y Actitudes.

Por tanto la experiencia en un puesto de trabajo, va unido y ligado a CÓMO se hacían esas funciones, es decir, va unida a qué habilidades has desarrollado para hacerlo diferente a otro y qué actitudes, motivaciones, e intenciones tienes cuando haces esas tareas.


VAMOS A VERLO CON OTRO EJEMPLO MÁS FAMILIAR

Como dijimos más arriba, si siguiéramos las premisas de las Selección Tradicional, podríamos decir que los dos hijos que tiene un matrimonio son iguales en hacer las tareas de la casa, porque ambos llevan 20 años viviendo en el mismo hogar. Pero como sabrán, nada más lejos de la realidad…
Siguiendo el argumento del modelo de Competencias, aunque los dos hijos hayan tenido la misma experiencia de padres, hermanos y misma casa, cada uno tienen unas habilidades o destrezas para fregar, ayudar, ir a la compra, orden de su cuarto, comunicativas y sociales diferentes; y por otro lado cada uno tiene unas actitudes, motivaciones o intenciones para fregar, ayudar, ir a la compra… Cada hijo tiene un CÓMO.
Es así porque cada hijo, pese a vivir en el mismo hogar, ha tenido diferentes vivencias y hasta carga genética que han hecho que cada uno actúe diferente ante las mismas tareas. Por eso Juanito fregará mejor que Luisito y este arreglará mejor su cuarto que el primero. Así, si busco a alguien para que ocupe el puesto de trabajo de friega platos, mejor coger a Juanito. Y esto es así puesto que aunque los dos lleven 10 años fregando los platos y los dos puedan decir en su curriculum que saben fregar y lo hacen de contínuo desde hace todo ese tiempo, Juanito posee mejores habilidades y actitudes que su hermano frente a esta tarea.

CONCLUSIÓN

Al igual que los trabajadores, cada hijo pese a que tenga el mismo tiempo de experiencia realizando algo, lo hará de modo diferente y tendrá una predisposición diferente. Y esto es así porque cada trabajador o hijo, auque sepan hacer lo mismo, han vivido una serie de vivencias que hacen que cada uno reaccione o actúe  de forma diferente ante las mismas tareas. Por eso decíamos que la experiencia no es un factor aislado, sino un factor más, que debe ir unido y evaluado junto con las Habilidades y las Actitudes de las personas. Así estos tres elementos forman lo que en recursos humanos llamamos: Las Competencias.


Referencias
La práctica de la inteligencia emocional. Daniel Goleman
El alma está en el cerebro. Eduardo Punset.
Introducción a la Psicología Social. Elena Gaviria  y otros

PSICOLOGÍA POPULAR vs PSICOLOGÍA CIENTÍFICA



¿LO QUE HEMOS APRENDIDO ES CIERTO?



 Releyendo el libro “El viaje a la felicidad” de Eduardo Punset uno encuentra varios momentos en los que habla de la Educación. En uno de esos momentos da con la piedra angular de muchos de nuestros problemas: Lo Aprendido.
 
Lo Aprendido es todo aquello que recordamos de forma consciente (a través, de la corteza cerebral) o de forma inconsciente (mediante el sistema límbico) y que nos ayuda para poder hacer las cosas del día a día: el modo de cocinar, de limpiar la casa, de divertirnos; el modo de relacionarnos con la gente, con los compañeros de trabajo; la forma de estudiar, de aprender, de quejarnos de las cosas, de huir ante los peligros, de sentir miedo, alegría… Y lo más importante para este artículo: el modo de ver el mundo, el modo de interpretar las cosas y el modo de rechazar las nuevas ideas que vienen de la Psicología si es que son contrarias a lo que nosotros hemos aprendido y seguimos enseñando.

FORMAS PARA APRENDER


Para aprender sólo contamos con el conocimiento Genético, el Aprendido y el Científico. Lo explicaré muy por encima.

1)      Conocimiento Genético: Es el que nos ha ayudado a sobrevivir como especie. Por ejemplo: El miedo instintivo que muchos de nosotros tenemos a las serpientes, fuego, cucarachas, lugares lúgubres, espacios reducidos, tormentas, etc… son unos tipos de miedo que hacen que nos pongamos en alerta y salgamos “pitando” de ese lugar. De ese modo iremos a un espacio más sano, más cómodo, más seguro, porque es lo que nos dice el aprendizaje genético. Y cada especie tiene el suyo.  Lo que ocurre es que el entorno y la forma de vida ha cambiado muchísimo, y tener miedo a las tormentas cuando estamos protegidos y resguardados en nuestra casa, demuestra que el Conocimiento Genético no nos ayuda mucho en el entorno en el que vivimos hoy en día.

2)      Conocimiento Aprendido: Es el que nos han enseñado en la escuela y principalmente en las casas, y hoy en día en los medios de comunicación. Y como dice Punset, “el conocimiento aprendido es en su mayor parte Infundado”, es decir, que carece de fundamento. Y carece de fundamento porque sólo se fija en la experiencia de los individuos y de la población que a su vez crea una cultura, que a su vez sienta normas y tradiciones. Y todo aquel que se salga de ahí está equivocado, según esa cultura claro. Pues déjenme que les diga que no hay nada más erróneo que eso, pensar que algo es así porque toda la vida ha sido así. Pues para poder opinar sobre algo, no sólo vale la experiencia de una población, ni la costumbre, sino que hay que demostrarlo. Si siguiéramos con este tipo de conocimiento, viviríamos en una sociedad en las que las mujeres no podrían, por ejemplo, conducir. Y ahí entra el Conocimiento Científico.

3)      Conocimiento Científico: Es aquel que está sometido a la experimentación. Es aquel que sólo llega a las conclusiones tras haber lanzado unas hipótesis y comprobar cuáles son ciertas y cuales no. Es decir, es un conocimiento que no sólo se queda con lo que uno sabe o ha aprendido, sino que comprueba si el conocimiento adquirido es cierto y sirve para algo. Sirve para cambiar positivamente modos de hacer las cosas, modos de pensar.

 



“La irrupción del conocimiento científico en la cultura popular será el acontecimiento más revolucionarios de los últimos dos siglos”. Citando palabras de Punset. Y continúa diciendo que “existen pruebas suficientes de que este tipo de conocimientos se adapta mejor a las aspiraciones de la especie humana, que los anteriores” (el conocimiento Genético y el Aprendido).





¿POR QUÉ NO DAMOS IMPORTANCIA EN  NUESTRO DÍA A DÍA AL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO?

Pero el problema es que una vez llegada a esa conclusión científica, es decir, una vez encontrado la verdad de las cosas, llegar a las masas es difícil, pues en los medios de comunicación hay más programas de ocio y de corazón que de divulgación científica. Y me temo que corregir eso es tarea de los educadores, comenzando por los padres.

Nos han enseñado a que la mujer viene de la costilla del hombre y aunque ya se ha demostrado que eso no es así, esa idea ha calado muy adentro de nuestro conocimiento popular, de lo que hemos Aprendido y es así porque todavía cuesta ver a una mujer presidente de gobierno, pilotando un coche de fórmula 1, directivas de grandes empresas, que cobren lo mismo por realizar las mismas funciones… Y hombres que dejen su trabajo para cuidar a su hijo, que dejen de ver el fútbol para ir a hacer la compra, que se encarguen de la comida del bebé para luego comer ellos, que se preocupen por organizar la comida del cumpleaños de menganito…

¿SE HA AVANZADO ALGO?

Afortunadamente la balanza cultural se va igualando, pero costará generaciones. ¿Por qué? Porque el conocimiento Científico que indica, por ejemplo que tanto hombres como mujeres pueden hacer las mismas tareas (sin olvidar las diferencias biológicas: físicas y hormonales, que nos distinguen a ambos sexos, pues se ha demostrado que pese a que podemos realizar las mismas tareas el hombre tenderá hacia unas y las mujeres hacia otras) es extremadamente joven y necesita tiempo para consolidarse.

LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA

La Psicología se lleva estudiando desde que el Homo Sapiens comenzó a pensar en el modo de hacer las cosas, en el modo en el que nos relacionamos como sociedad (tenemos a nuestra disposición textos de Platón, Aristóteles, Confucio, por citar algunos de los más conocidos). Lo que ocurre que como disciplina científica, la Psicología nació al escindirse de la Filosofía a principios del S. XX. De ahí que todavía los nuevos conocimientos que nos aporte la Psicología en el caso de que sean contrarios a nuestro modo de ver el mundo, se rechazan por parte de la sociedad, de los medios de comunicación y de las familias (que son estas últimas son la principal fuente de Aprendizaje). Se sigue pensando que los hallazgos en la Física, la Química o las Matemáticas son ciencia y que los desarrollados en la Psicología o incluso en las Humanidades son pura especulación.
Hemos acostumbrando a los ciudadanos y a los hijos a que aprendan lo que se les enseña y vean en su entorno, y no se les anima a que piensen por sí mismos, ni a que investiguen o demuestren objetivamente todo aquello que han aprendido.

CONCLUSIONES

¿Por qué el conocimiento de la Psicología científica va por detrás del conocimiento de la Psicología popular? Porque claramente la Psicología popular es más cómoda, es menos trabajosa, nos hace pensar menos y se llega de una forma más rápida a las conclusiones, pues usa en exceso los estereotipos y la visión particular del mundo.

Sin la Psicología Científica y sin el Conocimiento Científico en general, dejamos de ser Homo Sapiens para convertirnos en Homo pienso lo que me conviene.